TU LLUVIA TEMPRANA


“Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días” Daniel 12: 13.

Nosotros no podemos entender todas las profecías, pero, a pesar de ello, las consideramos con placer, y no con desánimo.

 No puede haber nada en el decreto del Padre que deba alarmar justamente a Su hijo.

 Aunque la abominación de la desolación esté investida de poder, el verdadero creyente no será contaminado; más bien será purificado, y emblanquecido, y probado.

 Aunque la tierra arda, los escogidos no tendrán ningún olor de fuego.

 En medio de la caída estrepitosa de la materia, y de la destrucción de los mundos, el Señor Jehová preservará a los Suyos.

Te bendigo hoy

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