EL CLAMOR DE CRISTO



Te pido que todos vivan unidos. Como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros. De este modo el mundo creerá que tú me has enviado juan 17:21
Pareciera ser que este clamor de nuestro Señor Jesucristo a lo largo de la historia so es un eco que resuena en la distancia, sin efecto visible en la iglesia de Cristo.

Pues lejos de ver cumplido este propósito, la iglesia de Cristo enarbola la bandera de la división dado a los grandes intereses materiales, doctrinales, económicos y personales, que divide la iglesia en pequeñas fracciones, de la cual cada quien se agencia una porción.

Vemos como un gran logro que de la población mundial la cual aproximadamente somos más de 2.000.000 dos mil millones, pero todo esto es un gran numero fraccionado en pequeñas cantidades alrededor del mundo, marcado por una rampante división, que no nos permite ser una fuerza determínate  para establecernos en la medida de la autoridad dada por nuestro Señor Jesucristo.

Contextualizando en nuestro país partiendo de este enfoque general nos damos cuenta que no somos la excepción, ya que nuestra historia está marcada por este mismo síndrome de división pleitos y rencillas, que nos han diezmado el poder ser una comunidad pujante y determinativa, pues nos llenamos de orgullo en identificarnos como un país Cristiano.

¿Cuál ha sido el resultado de este marco divisorio? que siempre nos ha regido, siendo un país ¡Cristiano! La iglesia no tiene representantes genuinos en ningunos de los estamentos estatales, que estemos el tercer lugar del mundo como uno de los países más corruptos, que a pesar de tener  la biblia y la cruz como emblema patrio, nuestras leyes carecen de contenido cristiano.

 A pesar de ser un país cristiano no hemos  tenido el primer presidente cristiano, como si lo han tenido otros países de la región que no se denominan cristiano, que no hemos  sido capaz de proveer un liderazgo político, con lo cual podamos gerencial los cambios que exigimos, pretendiendo que gente sin temor de Dios y muchas veces hasta enemigo del cristianismo los hagan.

No esperemos que gentes sin compromiso Espiritual con la iglesia gobierne y legislen a favor de la iglesia, que un sistemas de Justicia compuesto por Jueces sin formación cristiana, puedan aplicar una justicia justa,  y ellos no contaminen con la corrupción, no podemos ver cambio en la sociedad, si no nos unimos para formar esa sociedad con los valores Bíblicos y Cristiano.


Pero para tales fines  el liderazgo cristiano dueño de las distintas franquicias que componen la comunidad cristiana, dispongan sus interés personales por los interés del Reino de Dios, quizás esto sea una ilusión inacabable, pero fue lo que Cristo pidió en las horas finales de su ministerio aquí en la tierra. Unámonos porque No podemos tomar la ciudad con el ejército divido.


Obispo: Inocencio Vargas E.
ivargasencarnacion@gmail.com

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